¿Por qué cantamos el Cordero de Dios antes de acercar al altar?

Las palabras del Cordero de Dios son las de Juan el Bautista al ver a Jesús de lejos, él dice a sus discípulos, “He aquí, el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo.” (Juan 1:29) Reconocemos la presencia de Aquél quien fue sacrificado por nosotros, y cuya sangre nos libera de la muerte, tal como el cordero pascual.